martes, 14 de abril de 2009

Etapa 9: Coimbra - Albergaría a Velha. Y si eliminamos esta etapa del camino?


Ayer por dificultades técnicas primero, y error humano después, no pude publicar la crónica, así que la redactare de nuevo, y lo haré desde el punto de vista de ayer, es decir, como si no hubiera vivido la etapa de hoy.

DATOS
Hora de salida: 9:28
Tiempo total: 8:14
Km:  71.7
Tiempo pedaleando: 5:30
Velocidad media: 13.0
Velocidad máxima: 64.1

Ésta es una de las etapas más intrascendentes y feas que recuerdo de mis caminos. Aunque sólo fuera por eso, ya sería una etapa para recordar... Pero también tuvo nuevas expriencias y ha servido para reponer fuerzas y relajar un poco las piernas, muy castigadas del la etapa del día anterior.

Tras desayunar en la pousada, aprovechamos para visitar la imponente universidad de Coimbra, con unas vistas espectaculares. Después bajamos recorriendo diversos monumentos hasta el puente de santa Rita, donde ayer dejamos las flechas del camino. Allí tras bajar unas escaleras el camino nos lleva a la iglesia de San Tiago, donde por supuesto nos retratamos para la posteridad.

Después casi sin darnos cuenta, desapareció la ciudad y nos adentramos en el campo, con pequeños pueblos y la primera gran cuesta para entrar en calor!

Prácticamente sin pisar camino nos presentamos en Mealhada, ciudad famosa por sus innumerables restaurantes donde preparan leitão (lechón). Aun era temprano, pero teníamos déficit calórico de la etapa del día anterior, así que nos zampamos 3 sandes (bocadillos) de Leitão y prego (filete de ternera) con sus respectivas cervezas.

A partir de ahí el recorrido se volvió extraordinariamente tedioso, recorriendo siempre por asfalto un sin fin de polígonos indistiales y pueblos que ni siquiera nos molestamos en averiguar si nombre. Lo único que rompía la monotonía era contemplar algunas de las mansiones modernas y otras antiguas que hay por la zona. De las antiguas, algunas están abandonadas y bastante deterioradas ofreciendo ese contraste entre la exageración y la decadencia que en ocasiones ofrece Portugal.

Según recorríamos estos pueblecitos me fui dando cuenta de que la gente ponía flores y plantas ornamentales a modo de alfombra en las entradas de sus casas o fincas, así que para resolver mi curiosidad, le pregunté a una señora que me encontré por la calle. Muy amablemente me explicó que, el domingo de pascua, el cura seguido de un séquito de acompañantes con campanillas, va visitando las casas con una figura de Cristo en la cruz para ser besada y adorada por las personas que lo deseen. Por tanto, aquellas familias que quieran recibir la visita del cura, ponen flores y plantas en la entrada de sus casas, mientras que las familias que no lo hagan, no serán visitadas.

Poco antes de nuestro destino, llegamos a la única imagen del día que nos devuelve a la belleza de la naturaleza. Un bonito puente de forma serpenteante donde sólo se oía el ruido del agua y que invitaba a quedarse allí el resto del día.

Pero, el camino debía continuar, así que, después de otra dura petafa, nos dejó ya a las puertas de Albergaría.

Al llegar nos dirigimos, como siempre a los bombeiros. Nos comentaron que allí no tienen posibilidad de dar alojamiento, que eso lo hace el párroco en la iglesia próxima al cuartel, pero que ellos nos  ofrecían el baño y la ducha.

Como es el día de pascua y el cura estaba dando misa, decidimos no esperar y buscar una pensión. Así que, preguntando a un paisano por una pensión, resultó ser el dueño de una pensión próxima que estaba en reformas, pero nos ofreció alojamiento en un motel, que es de su propiedad, a 2 km de distancia y el se encargaría de llevarnos y traernos cuando fuera necesario. Además, nos sugirió para cenar, una bodega típica, también de su propiedad. Aceptamos la propuesta, nos trajo al motel, nos vino a buscar y nos llevó a cenar a la bodega.

Es uno de los sitios más curiosos que he visto jamás. La bodega, todo un clásico: muchas cubas de vino, mesas de madera con manteles de plástico a cuadros blancos y rojos y suelo empedrado. Pero lo realmente subrealista es la entrada. Una especie de barra separa la entrada del comedor y en esa parte frontal había todo tipo de artículos de ferretería: potas y sartenes, menaje, aperos de labranza y hasta hornos de leña de acero inoxidable!!! El dueño, Jose Carlos, nos explicaba que tenía una ferretería en otro local pero que la gente cuando compraba era cuando una a comer o a tomar algo, así que tenía allí una pequeña exposición. Ya me estoy imaginando "ponme un vino y un martillo" o "marchando una de bacalhau y una sartén grande". Eso se llama explotar las sinergias del negocio!!!

En cualquier caso, cenamos un bacalhau y un asado de ternera espectaculares, acompañados de 2 jarras de vino, sacados directamente de una de las cubas, como debe ser!

Pero los más subrealista estaba por llegar, ya que, de camino al motel, Jose Carlos y Santos se enzarzaron en un debate sobre si son mejores las cocinas de leña de fundición o de acero inoxidable!!!! Por cierto, que estas últimas son muy asequibles, sólo 800 euros su vais de nuestra parte jejeje

Por cierto, cabe destacar que la señalización hoy ha sido perfecta, las flechas justas en los lugares adecuados, lo cual hizo que no nos perdieramos ni una sola vez

REFLEXIÓN

La etapa de hoy ha sido un toston, fea, aburrida, sin encanto... Pero nos ha dado la oportunidad de descansar de la etapa de ayer, de probar el Leitão en bocadillo, de conocer una pensión-bodega-ferretería, de conocer las tradiciones de la pascua portuguesa. Aquel que no sepa extraer las cosas positivas incluso de acontecimientos que no lo son, tendrá muy difícil ser feliz... Y mi primer objetivo en esta vida es ser feliz y hacer feliz a la gente que me rodea.

MAÑANA
Si todo va bien, mañana llegaremos a Oporto. Esoremos que el tiempo nos siga respetando y que el camino esté igual de buen señalizado que hoy... En ese caso, a lo mejor llegamos para visitar alguna bodega de vinho do Porto.

Boa noite et ultreia et suseia

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola amigos! estuve en Galicia, me encantó!!. HOy regresé, asi que por lo visto en el relato, casi nos cruzamos; pasé por Coimbra. Me acordé mucho de Uds. pro que el tiempo por el norte está fatal: Llueve y LLUEVE!!!un abrazo, mucha fuerza y lo mejor para el camino, Cristina Mezquita