sábado, 30 de marzo de 2013

Etapa 6: San Vicente de la Barquera - Ribadesella

Hoy han sido dos etapas en una. La primera, soleada y con paisajes preciosos. La segunda con el diluvio universal y barro hasta las cejas.

Contra todo pronóstico amaneció un día espléndido. Sol, viento en calma. A un lado el mar, al otro lado las montañas nevadas... 15C de temperatura... Y todo el día por delante.
Empezamos por carretera unos 10km y parada a desayunar en Pesués. Nos faltaban por probar las corbatas (dulce típico) pero no había. Después salimos a un sendero bastante cerrado con una bajada bastante técnica (la primera del camino)... Después carretera de nuevo hasta llegar al último pueblo de Cantabria, Unquera donde decidimos probar suerte con las corbatas y de casualidad fuimos a parar a la tienda de los creadores de las corbatas. 6 corbatas y 2 chocolates y preparados para conquistar Asturias!!

Lo primero que llama la atención de Asturias son las casas tipo palacetes de los Indianos.

Casi sin darnos cuenta nos vimos rodando por unos caminos preciosos que nos llevaban bajando a bonitas calas y subiendo a espectaculares acantilados.

Teníamos 2h de tregua con la lluvia así que aprovechamos para disfrutar de cada pedalada y cada lugar.

Cuando llegamos a Llanes, las nubes amenazantes empezaban a llegar, así que empezamos a apurar el paso.

En Celorio, ni un día sin toque de la Policía Local... Esta vez por circular sin manos...

Para cuándo llegábamos a Posadas, empezó a llover con lo que optamos por comer mientras escampaba. Fabada para el cuerpo que después lamente el resto de la jornada...

Una hora después, a eso de las 15:30 la lluvia dio una tregua y decidimos salir. 10 min después, una lluvia persistente empezó a caer sobre nosotros y empezó el zafarrancho.

Chuvasquero completo y a tope para llegar cuanto antes a Ribadesella.

Los caminos eran balsas de agua de lado a lado que cruzábamos a saco... Con el agua por los tobillos. Con Las gafas totalmente embarradas no se podía ver. Sin gafas no se podía ver... Pero el ritmo era alto.
En este tramo nos encontramos al brasileño, que sólo hacia nacional... Pero no nos pudo seguir el ritmo. En momentos perdimos el camino y tuvimos que navegar (nunca mejor dicho) improvisando por caminos y carreteras para llegar a buen puerto.

No se lo que tardamos en llegar a Ribadesella, sólo se el resultado: barro hasta en los dientes y completamente empapados.

Nos dirigimos al albergue juvenil y allí, como si de un coche se tratara, nos quitamos el barro a manguerazo limpio ya que tal y como venía la ropa no podíamos meterla en la lavadora.

Tras lavar toda la ropa del día y teniendo en cuanta que la de ayer no se había llegado a secar, si mañana nos mojamos tendremos un serio problema. Así qué montamos un improvisado tendedero con 4 sillas y una estufa para secar lo prioritario: culotte, maillot, calcetines y chubasqueros.

Mañana parece que tendremos chubascos intermitentes. La prioridad será no mojar la única ropa seca que nos queda y por supuesto disfrutar del camino. Si se puede se llegará a Gijon, sino, pues a donde lleguemos.

Hoy hemos tenido la mejor y la peor cara de este camino. En 5 min pasamos de una a otra así que hubo que tomar decisiones rápidas y claras para llegar cuanto antes y en las mejores condiciones. Nos adaptamos a las buenas y a las malas igual de bien y como siempre, con buen humor :)

Ultreia et Suseia















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